Congreso Internacional de Turismo Religioso en Fátima
Se
acaba de celebrar en Fátima (Portugal) el XX Congreso Internacional de Turismo
Religioso que nació en 2004 en Campo Mourao (Brasil). Esta actividad congresual
de Turismo Religioso fue fundada por Rubén Moyano, un argentino residente en
Brasil y este año tuvo como país invitado a Paraguay. Se han celebrado
congresos en Brasil, Argentina, Honduras y Uruguay, así como por primera vez en
Europa en la catedral de Pamplona y el año pasado en Caravaca de la Cruz
(Murcia). El encuentro de este año ha
podido ser seguido, vía digital, por cerca de 200 participantes de 17 países.
En
este congreso he tenido el honor de participar, en la sala magna del centro pastoral
“Pablo VI”, como panelista en la mesa redonda que llevaba por título “Trazando
nuevos caminos, La Inteligencia Artificial y el Turismo”. El congreso se
celebraba dentro del XI workshop internacional de Turismo Religioso organizado
por ACISO, la Asociación Empresarial de Ourém-Fátima, con el apoyo de varias
entidades nacionales de Portugal y en la que participaron 130 compradores
internacionales de 40 países y 42 empresas e instituciones portuguesas. El
“workshop” tenía como objetivos: promover una bolsa de contactos de negocio
entre los participantes; promover internacionalmente Portugal como destino
privilegiado de Turismo Religioso y reforzar la importancia del Turismo
Religioso en el contexto del sector turístico mundial.
Fátima
es el centro religioso de Portugal, tras las apariciones de la Virgen María a
los tres pastorcitos, de 7 a 10 años, en la Cueva de Iria. Primero fue un ángel
que vino en tres ocasiones en 1916 y el 13 de mayo de 1917 cuando cuidaban de
sus ovejas se le apareció la madre de Jesús, como un relámpago, toda vestida de
blanco, con un rosario en la mano. La Señora le dijo que rezaran el rosario por
la paz del mundo, que estaba metido de lleno en la I Guerra Mundial. La noticia
corrió por todo Portugal y al mes siguiente los niños estuvieron acompañados
por unas 60 personas y le pidieron un milagro que fue en octubre de ese año
cuando antes 70.000 peregrinos y curiosos, tras intensas lluvias, surge el sol y
comienza a girar sobre sí mismo, iniciando una danza en el Cielo como una enorme
bola de fuego que parecía querer precipitarse sobre la Tierra. La multitud que
se agolpaba en el lugar tuvo la oportunidad de asistir a un fenómeno solar que
hasta los más incrédulos dieron testimonio a la prensa. Cuando el sol volvió a
su aspecto normal nada estaba mojado y no quedó rastro de la lluvia anterior.
Francisco
y Jacinta murieron pronto, Lucía vivió y se metió a monja de clausura, acudiendo
sólo en las visitas del papa Juan Pablo II a Fátima en 1982, 1991 y 2000. Murió
el 13 de febrero de 2005 en el Convento de Santa Teresa del Carmelo de Coimbra.
El 13 de mayo llegó el Papa Juan Pablo II y se encontró con más de medio millón
de peregrinos ante el Santuario. Y concedió el nombre de beatos a los pastorcillos
Francisco y Jacinta, que están enterrados en la Basílica de Nuestra Señora del
Rosario en Fátima, cuyas tumbas se pueden visitar, así como la Capilla de las Apariciones
en la que se celebran misas en varios idiomas.
Los peregrinos
hacen la Vía Sacra, que es el camino que recorre los lugares donde se apareció
el ángel y lleva al pueblo de Aljustrel donde nacieron los pastorcitos y pueden
visitar las casas de sus dos familias. En 2017, el año del centenario de las apariciones,
Fátima tuvo 9 millones de peregrinos y cada año tiene, como media, 6 millones.
Y aquí un resumen publicado en el programa "En Directo" que se edita digitalmente desde Nueva York.
Picar este enlace: https://youtu.be/1ZGeGk9-wjw?si=Vyl5me20I524yxiM
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