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                Desde 1999 se viene hablando de construir un tren de alta velocidad en Extremadura la región más pobre de España que se une a través de la región portuguesa de Alentejo, también la menos rica del país vecino y que uniría las dos capitales de la Península Ibérica.   Los distintos gobiernos españoles, de diversos colores políticos, han prometido, pero nunca han cumplido. La verdad es que la Unión Europea ha informado que desde que se implantó en 1992 en España el primer tren de Alta Velocidad Madrid -Sevilla, con motivo de la Exposición Universal en esta ciudad andaluza, los dos enlaces ferroviarios más importantes son Madrid con Europa a través de Barcelona y Madrid - Lisboa.   Los extremeños se sienten abandonados y han tenido que hacer varias manifestaciones en Madrid para pedir un tren digno para Extremadura, pues los que hay se rompen a mitad de camino y dejan a los usuarios tirados en pleno campo con mucho calor en verano o mal tiempo en invierno.  

                Este periodista acaba de pasar por Málaga, la capital de la Costa del Sol española donde ha acudido al congreso mundial del Skal Internacional, la asociación de altos profesionales del sector turístico, creada en 1934 en un vuelo de París a Suecia, de ahí la palabra Skal, que significa salud y que tiene como lema la amistad y hacer negocios entre amigos. A este congreso han acudido más de 250 skalegas procedentes de 35 países, algunos tan remotos para España, como Nueva Zelanda, Corea, Japón o México.               Pues bien, en esta ciudad donde han participado numerosas personalidades del sector turístico, hay que decir que se encontraron en una ciudad de procedencia fenicia (los fenicios vinieron por todo el Mediterráneo desde lo que hoy es el Líbano). A Málaga los fenicios la llamaron Malaka, que en su idioma significa lugar de sal.               Actualmente arqueólogos de la Universidad de Málaga están excavando la antigua ciudad fenicia que está junto